Marzo 2019

La tasa de suicidios en la profesión veterinaria es la más alta entre los profesionales del arte de curar. Es dos veces mayor a la tasa estudiada en otras profesiones médicas y cuatro veces superior a la tasa de suicidios de la población en general.

Los principales factores de riesgo que se pueden enumerar son aislamiento profesional, temor al fracaso, contacto con la muerte, conocimiento de todos los medios para realizar eutanasia, patologías mentales y de comportamiento, presión social, fatiga de compasión, linchamiento por redes sociales.

Las señales de alarma son depresión clínica, cambios notable en el comportamiento y hablar en forma frecuente del suicidio como forma de liberarse de los problemas que lo acechan.

Es lamentable que una profesión tan hermosa tenga este talón de Aquiles, es necesario que los veterinarios –a través de las asociaciones profesionales- tomemos conciencia de esto y realicemos -y hagamos realizar estudios sobre el problema. Para así instrumentar los medios necesarios para la prevención y el auxilio de los colegas en riesgo que a través de su silencio y depresión piden ayuda y compañía.

El Editor