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ISSN 2422-7633

Trastorno de ansiedad por separación en perros

Dr. Moisés Heiblum

Especialista en etología clínica del perro y del gato

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Los trastornos relacionados a ansiedad, representan un porcentaje importante de la consulta de etología en perros y gatos.

Ansiedad: Se define como una sensación general y difusa de miedo o la percepción anticipada de un peligro futuro de origen desconocido o imaginario (Horwitz & Neilson 2007).

Ansiedad por separación: Respuesta de miedo o incertidumbre cuando es separado de una figura de apego o cuando es dejado solo.

Cuando hablamos de ansiedad por separación, no podemos hablar de un todo o nada, ya que se trata de un estado continuo de miedo en donde puede haber diferentes gradientes de ansiedad, es decir, algunos animales pueden manifestar estados de ligera o moderada ansiedad y algunos pueden llegar a verdaderos estados de pánico.

Es el desorden ansioso más diagnosticado en perros en México (Heiblum, 2004) y probablemente también a nivel mundial (Overall ,2000)

Ocurre con mayor frecuencia en  perros que han tenido una historia previa de abandono, ya saben lo que significa estar en un medio hostíl, una vez que son rescatados de éste, crean lazos afectivos muy poderosos con una o varias figuras que les brindan una sensación de seguridad y por lo tanto de bienestar.

 Puede presentarse por cambios en la rutina. Falta de consistencia y por lo tanto menor capacidad adaptativa, puede generar en el perro un estado de incertidumbre que facilita estados ansiosos.

 Puede aumentar en perros geriátricos. Perros viejitos tienen cierto grado de sufrimiento debido a las pérdidas sensoriales o a las disfunciones orgánicas, dolor, etcétera y el sufrimiento requiere compañía.

Signos clínicos: Los más comunes y molestos para el propietario son los que interfieren en su vida cotidiana como: Vocalización excesiva, conductas destructivas, eliminación inapropiada dentro de casa, etcétera.

Otras manifestaciones menos frecuentes pero que explican en buena medida el grado de sufrimiento al que se somete un perro con un estado de ansiedad por separación severa, son por ejemplo: Respiración agitada, gastritis o colítis nerviosa con episodios de diarrea y vómito, conductas de autolesión, dermatitis nerviosa, anorexia, depresión, temblores y en ocasiones diferentes grados de excitabilidad. 

Estos signos son compatibles con intentos del animal por encontrar las soluciones a un estado emocional con el que no pueden lidiar. Por ejemplo:

La vocalización es una forma desesperada de llamar a su grupo, en éste caso a su figura de seguridad.

La destructividad es la manifestación de una conducta de exploración alterada, debida a un estado elevado de excitación y/o intentos de escape para reencontrar a su figura de seguridad.

La eliminación inapropiada obedece a la relajación de esfínteres causada por un estado de miedo intenso o a la necesidad de depositar huellas de olor familiar que le ayudan a sentirse un poco más tranquilo en una circunstancia tan complicada.

Clínicamente APS ocurre cuando el perro exhibe conductas inapropiadas causadas por la ausencia de los propietarios o cuando no tienen acceso a ellos.

Los signos más intensos se manifiestan como ataques de pánico y suceden durante los primeros minutos de ausencia y probablemente unos minutos previos al regreso, cuando el perro ha podido determinar un horario más o menos consistente (horario de trabajo). En algunas ocasiones, por condicionamiento clásico (el perro identifica señales rituales que preceden a la salida) los signos empiezan a manifestarse incluso antes de que la figura de seguridad se ausente.

Eliminación y destrucción se concentran en puertas, ventanas y objetos personales del dueño. 

También presentan conductas de apego excesivo a los dueños cuando están en casa, tienden a seguir a la figura de seguridad a donde vaya, tratando de mantenerlo físicamente cerca, tocándolo o por lo menos manteniéndolo bajo su 

foco de visión.  Muchos dueños al saber la respuesta del perro, lo dejan en un espacio de seguridad donde la destrucción y/o la eliminación sean de menor importancia. Esto a veces se puede confundir con agresión, ya que impide su paso cuando va a salir el propietario o lo sujeta con el hocico para evitarlo y se resiste a ser encerrado o llevado al sitio de seguridad porque el entrar al sitio de seguridad es justamente predictivo de soledad.

Antes de que el dueño se vaya: lo que generalmente se observa es que busque esconderse o recluirse, deambula sin rumbo fijo, empieza a agitarse y jadea, en ocasiones se deprime, y se recluye solo a un lugar donde se sienta cómodo. Momentos antes de la partida del propietario, lo sigue a donde este va, trata de impedir que el dueño se vaya, mantiene contacto físico con él, demanda continua de atención y se resiste a ser encerrado.

Durante la ausencia del dueño: Vocalización excesiva, eliminación indeseable, destrucción, deambulación, salivación excesiva, jadeos, autolesiones, que son las manifestaciones que producen gran molestia en el propietario y probablemente son la causa más importante de que recurran a buscar ayuda profesional.

En ocasiones las conductas de rascado o acicalamiento excesivo con autolesión son secundarias a ansiedad por separación, ya que el perro las realiza como conductas substitutas que le ayudan a disminuir el estado de ansiedad.

Cuando el dueño regresa a casa: Excesivamente excitable, tarda mucho tiempo en calmarse, se pega al dueño estableciendo contacto físico.

Estas conductas son comúnmente reforzadas y por lo tanto mantenidas por el propietario, ya que de forma continua o intermitente el perro apegado obtiene atención y/o afecto cuando el dueño regresa, haciendo de éste reencuentro, el momento más trascendente del día, por lo que el perro se mantiene ansioso hasta que sucede el reencuentro.

Las conductas que se refuerzan de forma intermitente son más resistentes a la extinción.

Todos estos signos están asociados a la activación del eje hipotalámico-pituitario-corticoadrenal, liberando hormonas de estrés asociadas con estados de miedo o ansiedad. 

Causa primaria: Hiperapego puede ser causa de origen o un factor de mantenimiento. El apego es una conducta normal en especies sociales, si no existiera el apego, la madre se separaría de los cachorros y probablemente morirían, lo que representaría un riesgo no solamente para esa camada sino para la extinción de la especie. El hiper-apego representa una condición patológica, ya que se manifiesta de forma excesiva, interfiriendo con un funcionamiento normal y por lo tanto no es compatible con mecanismos adecuados de adaptación. 

Puede ser que el perro nunca aprendió a estar solo o a respuestas individuales de pánico a estar solo (umbral único e individual). No todos los perros que son dejados solos van a manifestar signos de ansiedad por separación y aquellos que los presentan, los pueden manifestar en diferentes gradientes.

Papel del apego en la ansiedad por separación canina

Apego: lazo emocional que un individuo siente por otro tratando de mantener una cercanía física hacia la figura de dependencia.

Las conductas de apego permiten la cohesión de grupo en los animales sociales y son absolutamente adaptativas en el perro, pero las conductas de hiper-apego se consideran anormales porque no permiten una funcionalidad adecuada del animal, se presentan en forma excesiva e impiden que el individuo regrese a un equilibrio emocional constante.

El objetivo de las conductas de apego son: mantener cercanía espacial hacia la figura de dependencia y se manifiestan mediante: búsqueda de atención, gemir, aullar, ladrar, seguir al dueño, tocar al dueño. A veces con el riesgo que representa el estado emocional de pánico que hace que el perro intente pasar por puertas y ventanas para reencontrarse con su figura de seguridad.

Diagnósticos diferenciales

Vocalización excesiva disparada por estímulos externos 

Eliminación inapropiada por problemas físicos, perdida o falta del entrenamiento de eliminación, conducta de marcaje,  aspectos de manejo, respuesta aguda de miedo.

Destrucción: animal joven, dentición,  estímulos externos, falta de actividad o falta de estimulación mental,  entretenimiento individual (auto-gratificación).

Ansiedad por separación en perros: es un estado continuo de miedo o incertidumbre, algunos perros pueden tener estados ansiosos moderados y otros pueden manifestar miedo intenso o incluso ataques de pánico.

Es el desorden ansioso de mayor prevalencia en el HVE UNAM

Una vez diagnosticado se propone un plan de tratamiento que consta de 4 puntos:

Modificación ambiental: restringir acceso del perro a áreas donde pueda ocurrir destrucción y/o eliminación, sitio de seguridad, pensión, cuidador, juguetes interactivos, variar los juguetes disponibles para el perro.

Modificación conductual: evitar ausencias prolongadas al inicio de la terapia 

Disminuir intensidad de interacción en salidas y llegadas

Ignorar mientras se prepara para salir, ignorar al regresar hasta que se pueda redirigir la conducta hacia algo deseable, ignorar solicitudes de atención, iniciar toda interacción social y recompensar solamente conductas de calma y/o independencia, ejercicio, promover mayor estimulación ambiental, obediencia, ejercicios de relajación, confinamiento si es que no causa más ansiedad, entrenamiento de  independencia, vida estructurada.

Extinción de claves de salida

Una vez que las respuestas hacia las claves que preceden a la salida han sido extinguidas, el perro esta listo para un programa de DS-CC Desensibilización sistemática usando una terapia de partidas programadas con clave de seguridad que consiste en dar una señal visual, auditiva u olfativa que el perro no conozca y que se relaciona con una ausencia muy corta. (por debajo del umbral que inicia la respuesta ansiosa), a incrementos muy graduales y mediante varias repeticiones exitosas se puede ir incrementando los tiempos de separación y/o ausencia hasta llegar a tiempos que semejen una salida real. Es importante  realizar ejercicios de terapia en sitios donde el dueño quiera que se quede el perro y solamente usar las claves de seguridad durante ejercicios de terapia, de otro modo estos pierden su significado.

No castigar, el dueño debe entender que no es un acto de venganza, la conducta ocurre debido a la ansiedad y es imposible que el perro pueda relacionar el castigo a alguno de los signos que para el dueño son indeseables. Además el castigo fuera de tiempo y/o proporción solamente ayudan a elevar el estado ansioso y pueden producir otras conductas secundarias como miedo o agresión defensiva.

Terapia farmacológica

Medicamentos ansiolíticos 

Alprazolam  0.1- 0.5 mg/Kg. c/ 6-24h PO SSN

Clorazepato  0.5 – 2.2 mg/Kg. c/ 12-24 h PO 

Diazepam    0.55 – 2.2 mg/kg c/12-24 PO 

Buspirona    0.5 – 2 mg/Kg. c/ 8-12h PO 

 

Medicamentos antidepresivos tricíclicos

Clomipramina  1.5- 3  mg/Kg. c/ 12h PO 

Amitriptilina 1-4 mg/Kg. c/ 12-24 h PO 

 

Medicamentos antidepresivos ISRS

Fluoxetina  1-1.5 mg/Kg. c/ 24 h PO 

Paroxetina  1mg/Kg. c/ 24 h  PO 

 

Combinaciones farmacológicas son frecuentemente usadas con muy buenos resultados 

 

Pronóstico depende de la severidad del problema, duración y complicidad de los dueños.

Falta de éxito: demasiada presión y muy rápida, señales confusas para el perro, falta de sincronización en los tiempos

Consideraciones finales: toma mucho tiempo y esfuerzo, es necesario desarrollar metas alcanzables que el dueño pueda seguir, enseñar y demostrar las técnicas adecuadas y su mecanismo de acción y permitir al dueño hacerlas bajo la supervisión del staff médico.

 

Bibliografía

  • Evans,E.H. Mille´s .1993. Anatomy of the dog 3a. Saunders Company
  • Carlson N.,R., 2004 Fisiología de la Conducta
  • Craig, K., Brown, J,K., Baum,A. Envonmental.2000. Factors in the Etiology of anxiety, neuropsychopharmacology; The Fifht Generation Progress. American Collegue of Neuropyschopharmacology. Web site.
  • Davis,M. 2007. Neural systems involved in fear and anxiety measured with fear potentiated startle, American Phychologist, 61,8,741-756
  • Hill, W.R., Gordon, A.W., Anderson M.,  2004. Fisiología animal, Panamericana 
  • Hollander, E., Simeon, D., Gorman, J.M.  2000.Trastornos de ansiedad. 
  • Heiblum, M. Medicina del Comportamiento Canino para el clínico Veterinario. 2011, Ed.Intermédica
  • Neil, R.C. 1994 .Fisiología de la Conducta  Ariel, España
  • Overall, L,K. Genétics and Neurochemistry of fear and Anxiety. Philadelphia      PA USA